¡Jesús – Dios y hombre
verdadero
Tú cargando con mis
pecados,
mis miserias y dolores,
llegaste hasta el calvario
para ser, por mí,
crucificado!
Aquí me tienes humillado
y a tus pies postrado
te pido fortaleza en mis
pesares,
consuelo en mis dolores,
luz en mis dificultades,
prudencia en mi proceder;
en mis alegrías
serenidad,
en todos mis actos bondad
y en toda mi vida,
a tu santa ley, fidelidad.
Amen
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