Esta
semana adelanto mi reflexión. Quiero daros la gracias a cuantos seguís
leyendo este sencillo blog de la vida y la fe, gracias a cuantos mandáis
vuestros comentarios que tanto bien nos hacen a todos.
La semana pasada viendo la televisión me emocioné al ver una noticia en
el telediario. Os aseguro que se me saltaron las lágrimas y que me hizo
dar gracias a Dios porque , de vez en cuando, aparecen noticias como
esta.Antes de seguir leyendo me gustaría que os fijéis bien en la
fotografía,
¿ lo habéis hecho?
Estas mellizas nacieron hace meses prematuras, bajas de peso, pero en
aparente buen estado de salud, mientras una de ellas, empezó a crecer y a
mejorar en su incubadora, la otra no tenía ninguna esperanza de vida.
Los padres estaban desolados, y se pasaban las horas muertas rezando y
mirando sus cuerpecitos a través del cristal de sus incubadoras. La
enfermera jefe, mujer sensible y cariñosa, decidió, saltándose las
reglas del hospital, y exponiéndose a que la echaran, meter a la niñita
sana, en la incubadora de su hermana enferma, en un desesperado intento
de que le contagiara sus ganas de vivir.
Cuando su cuerpecito semidesnudo, rozó la piel de su hermanita, un
escalofrío recorrió el cuerpo de ambas, como si recordaran que eran
hermanas que habían estado juntas en la tripa de mamá. Levantó su
pequeño bracito, y abrazó por la espalda a su hermanita, manteniéndola
abrazada junto a ella.
De pronto, los gráficos se volvieron locos, al abrazar la hermanita
sana a la que se estaba muriendo, sucedió un milagro, la temperatura de
la que se estaba muriendo, empezó a subir, su piel tomó un tono
sonrosado, el pulso, se fue estabilizando, hasta conseguir normalizar el
ritmo cardiaco.
Días después, las dos estaban fuera de peligro, y, tomando sus
biberones con normalidad…. La foto que os dejo es auténtica… Creo que en
la vida habrá padres más orgullosos que los padres de estas hermanas,
porque no hay cosa más grande para unos padres que el ver que sus hijos
se abrazan.
Todos necesitamos muchas veces de un abrazo, porque un abrazo puede
salvar una vida. ¿ Sabéis? Hay alguien que muriendo en la cruz dio un
"abrazo salvador" a la humanidad, es el Señor, que nos abraza cada día
con su Palabra, que nos abraza con el pan de la Eucaristía, que nos
abraza con su misericordia. Es el Señor que nos dice : “ venid a mí los
que estáis cansado y agobiados que yo…. Os abrazaré".
Me gustaría esta semana invitaros a hacer un gesto, os animo a que deis
un abrazo a vuestros hermanos, que no deis ni explicaciones,
sencillamente hacedlo y si os preguntan porqué decidles: Porque eres mi
hermano.
Os invito a orar con esta oración:
ABRAZAME SEÑOR, NO ME DEJES IR
QUIERO ESTAR POR SIEMPRE JUNTO A TI
Y ES QUE, JUNTO A TI,
TODO ES DIFERENTE, TODO ES DIFERENTE, MI DIOS.
Y GRACIAS A TI NO SOY IGUAL.
ABRAZAME SEÑOR, PORQUE A VECES ME FALTAN LAS FUERZAS,
A VECES ME PUEDE MI EGO, ME SEPARO DE TI Y VIVO A MI AIRE.
ABRAZAME SEÑOR, PORQUE SIN TI, NO SOY NADA.
ABRÁZAME SEÑOR Y NO ME SUELTES NUNCA. AMÉN.
No tengáis miedo. Un abrazo.
Adrián Sanabria.
fuente: http://www.archisevilla.org/
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